domingo, 9 de marzo de 2008

“Mis brazos son mis PIES”


Una joven zuliana se esfuerza por alcanzar sus metas, a pesar de su falta de miembros superiores. Dios le ofrendó a una madre:Linda Urdaneta. Anhela escribir un libro sobre el trato a las personas con discapacidad. “Nací sin brazos y no me avergüenzo de eso. Me llamo Yossul Andrea Urdaneta Morales, y tengo 19 años. Amo la vida, soy una chama feliz. Hoy comparto con ustedes mi historia. La causa de mi falta de miembros es desconocida porque mi madre biológica, cuando me dio en adopción, dio datos falsos. Los médicos suponen que nací sin brazos por la ingesta de medicamentos prohibidos durante el embarazo. No se puede realizar un estudio genético porque no hay ningún familiar biológico para saber la causa de mi falta de miembros superiores, que se llama Amelia Bilateral Congénita. Pero Dios me regaló la dicha de conocer a una señora maravillosamente hermosa de nombre Linda Urdaneta, mi madre. Ella tiene un corazón hermoso, me conoció a los 15 días de nacida en una casa hogar y se preocupó por mi salud. Me hicieron estudios y siempre le dijeron que yo era una niña sana, que podía realizar mis estudios como cualquier otro niño, nada me impedía que hiciera mi vida normal, por el hecho de que me faltaran los brazos no quería decir que no podía estudiar. Desde ese entonces mi mamá comenzó a hacer las diligencias para adoptarme y mientras realizaba los trámites, estuve tres años en la casa hogar. Todo fue amor a primera vista. Cuando no veía a mi mamá me enfermaba, me daba fiebre, vómito A los tres años comencé a vivir con una familia. Mi madre me enseñó a hablar y a manejar mis pies como si fueran mis manos, tal como un bebé normal. A medida que fui creciendo desarrollé más habilidades. Mi cerebro envía la información directo a mis pies, porque ellos son mis brazos. Aprendí a hacer mis cosas mirando mi mamá y así comencé a escribir, a cepillarme, a vestirme y a realizar otras actividades. Cuando no me dejaban hacer algo por mis propios medios, me molestaba. Viendo que me podía defender sola, a los cinco años, mi mamá y me colocó el jabón y el champú en una altura que pudiera alcanzar y me dijo: allí tienes todo, ahora báñate tu sola y desde ese entonces, me hago mi aseo personal. Luego comenzó la búsqueda de preescolar. Fue difícil para que me aceptaran porque no podían creer que yo hacía las cosas con mis pies. La educación básica la cursé en el colegio La Victoria. Nunca tuve rechazos. Comencé mi primer año de bachillerato en el Liceo Nuestra Señora del Pilar, allí me recibieron sin ningún tipo de preguntas. Sólo duré ese año porque se me agotaban mucho las piernas, nunca teníamos salón fijo y tenía que subir y bajar escaleras todo el día. Por eso me cambiaron al liceo Luisa Cáceres de Arismendi; allí hice octavo y noveno grado. Tuve muy buenos amigos, con los que compartí mis primeras salidas a fiestas, piscinas, y centros comerciales. Me trataban muy bien, era la consentida de todos, pero desafortunadamente me tuve que cambiar de colegio, ya que me iba a mudar de casa y me inscribieron en el liceo Dr. José Domingo Ruz Ortega, donde realicé cuarto año de bachillerato. En este liceo recibí mi primer rechazo. No me querían aceptar por mi condición física. La directora y unos profesores se preguntaban cómo iba hacer yo para escribir o para utilizar el compás en dibujo técnico. Me armé de valor y junto con mi mamá fuimos al Ministerio de Educación y levantaron un acta al colegio, sólo así me dieron la oportunidad de inscribirme, estudiar y de hablar sobre mi discapacidad con los muchachos del liceo. Con la cabeza en alto me presenté, expliqué el motivo por el que no tengo mis brazos y les demostré que escribía, sacaba mis útiles del bolso, me colocaba las medias con mis pies. Como no me sentía bien del todo decidí cambiarme al liceo Luis Beltrán Ramos, donde realicé mi quinto año que culminé el 6 de julio de 2007. Allí aprendí muchas cosas, como valorar a la gente por lo que es y esforzarme más por mis cosas. De allí me quedaron muy buenos amigos y amigas. Con el favor de Dios empezaré las clases en la universidad en el mes de abril. Entré en la primera lista de la Universidad del Zulia (LUZ), en comunicación social, que es la carrera que más me apasiona. Después de graduarme quiero escribir un libro para que la gente aprenda a tratar a las personas con discapacidad. Soy una mujer luchadora, segura de lo que quiere, responsable, sincera, buena amiga, me gusta escribir en la computadora, en el messenger y estudiar. No puedo vivir sin la música, me gusta ir al cine, comer, me encanta la playa, la piscina, también bailar merengue, reaggetón, pero lo que más me gusta es la salsa; pasarla bien con mis amigos. Me siento orgullosa de ser como soy. He madurado y no me dejo amilanar por los rechazos. No me detengo por el hecho de que me falten mis brazos. Gracias a Dios tengo mis pies. Querer es poder. Este es mi lema”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

SOY YOSSUL LA DUEÑA DE LO PUBLICADO EN DE TODO UN POCO, LES AGRADESCO PORFAVOR ME DIGAN QUIEN LO PUBLICO. QUIERO LOS CREDITOS DE LA PERSONA QUIEN LO PUBLICO, GRACIAS SE LES AGRADECE RESPONDER

M..... dijo...

Hola Yossul..! Dios te Bendiga!
eres una muchacha valiente, testimonio para el joven de hoy en dia... te felicito!
soy un jovem de la iglesia catolica que le gustaria conversar contigo. espero en Dios puedas leer este mensaje..! Dios te colme de abundantes benciones y te guie siempre por la senda de su amor...
jaimeparra650@hotmail.com te dejo mi correo para cualquier confirmacion o informacion.

Un juego de ping pong en que tu oponente será la computadora, no es nada facil!

Bebe masoquista
A este bebé no le gusta demasiado el limón, pero por sus.. que lo prueva repetidas veces! jajaja