miércoles, 2 de julio de 2008

20 horas con Ricardo :D


2:00 pm

Luego de participar como invitado especial en un programa de televisión de un canal regional, el intérprete de “Las mejores canciones del mundo” se despidió para continuar con una agenda que incluyó: almuerzo, reuniones y encuentros con amigos que no veía desde hacía más de dos años.

Con un vaso de café con leche se subió a la camioneta para seguir su ruta en las próximas 72 horas que le quedan en la ciudad.


Con buen humor respondió todas las interrogantes. Anunció que hoy grabará escenas para un documental que prepara con su esposa sobre la niñez abandonada y los problemas que enfrentan en la calle. El audiovisual será estrenado en Venezuela el próximo año en el cine.

11:40 am

No perdió la oportunidad para comprar su pan favorito en la pastelería Jeffreys. Los clientes quedaron sorprendidos y de inmediato grabaron el episodio con sus celulares. Casualmente se reencontró con una amiga.


Acompañamos al cantante durante dos días para registrar su reencuentro con la ciudad que lo vio crecer. Descubrimos los secretos de cómo se instala la estrella en el hotel y cómo es un día de gira, lleno de anécdotas y abrazos por doquier. Devoró una mandoca y compró su pan favorito.

LUNES

6:00 pm


Procedente de Caracas, Ricardo Montaner llega al Aeropuerto Internacional La Chinita. Las cámaras fotográficas y de televisión le dan la bienvenida.

Se detiene unos instantes para conversar brevemente con los periodistas y firmar algunos autógrafos. Por supuesto, no puede faltar el cerco de los guardaespaldas que agilizan el paso y evitan que se le acerque más gente.

Él y su familia (Marlene, Ricardo Andrés, Héctor, Mauricio y Eva Luna) inmediatamente suben a una camioneta oscura camino al hotel.

En el lobby se arma la fiesta de flashes de fanáticos que capturan su entrada. Montaner y sus hijos se agrupan para organizar el “check in” y subir a las habitaciones, pero Ricardo Andrés, Héctor, Mauricio posan para PANORAMA.

7:00 pm

El intérprete sube prácticamente a “la cima del cielo”, en la suite que le han reservado. Puerta adentro se echa en la cama y desempaca su inseparable almohada que siempre lleva en una sola maleta. Quizás porque ella lo transporta a la comodidad de su casa.


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Un juego de ping pong en que tu oponente será la computadora, no es nada facil!

Bebe masoquista
A este bebé no le gusta demasiado el limón, pero por sus.. que lo prueva repetidas veces! jajaja