
El río Táchira renació ayer con el canto de siete artistas que unió a tres pueblos en una sola voz: Paz sin fronteras. Cerca de 180 mil almas congregadas en una sola corriente vibraron al son de la música que se disparó de unas potentes cornetas que dejó escuchar a la 1:10 pm (hora venezolana) los éxitos de Carlos Vives en acústico (“La hamaca grande”, “El testamento”, “Pa’ Mayte” y “Déjame entrar”). “Hoy se acabaron las fronteras”, gritó emocionado Vives. El segundo en pasar al escenario fue el ecuatoriano Juan Fernando Velasco con sus melodías “Para que no me olvides”, “Dicen” y “Chao Lola”. Él se presentó así: “Yo vivo en un país chiquito, pero grande de corazón, un país que quiere la paz, que quiere ver a Latinoamérica unida”, dijo. El artista se despidió después de cantar a dúo con Juanes, a quien calificó como un hermano, “un aliado de la lucha por la búsqueda de la paz”. Y llegó, según Velasco, “uno de los grandes de Iberoamérica”: Alejandro Sanz. El español emprendió su canto entre desafinaciones conocidas y un repertorio sin mucha gracia. Dejó un mensaje: “Ustedes están haciendo historia. No queremos guerra. Ustedes son la garantía”. Mientras, Juanes, Bosé, Guerra, Velasco, Montaner y Vives se le unieron para entonar “Corazón partío”. Minutos después, Juan Luis Guerra le subió “La bilirubina” al público con “Burbujas de amor” y una picadas de “Avispas” hasta que “Llovió café en el campo” a siete voces. Luego llegó Miguel Bosé nostálgico y bandido. “¡Arriba, Cúcuta! ¡Alza las alas y échate a volar!”, le gritó al río de gente y también deseó que espera el día en que al hacer una canción de guerra, “la gente me pida no publicarla, porque eso ya no se usa... la guerra ya no está de moda”. Invitó a Juanes para cantar “Partisano” con la siguiente presentación: “Viva la madre que le parió”, le dijo al cantante paisa, refiriéndose a los “cojones” que tuvo al crear una idea como el concierto “Paz sin fronteras”. Entonces, juntaron almas y se echaron a volar en eco (“Partisano”). El más aplaudido Ricardo Montaner, sin duda, los hizo cantar sus baladas a todos. Aprovechó canciones como “Bésame” para pedirle a los enamorados dentro del público que se besaran hasta que terminara la interpretación. “Besos colombianos, venezolanos, ecuatorianos”. Hubo hasta tiempo para sus mensajes cristianos: “Si se atreven a ver al cielo podrán ver que Jesucristo está sonriendo esta tarde” y así los dejó a todos en “La cima del cielo”. Cerca a las 4:30 pm el éxtasis llegó con la presentación del gestor del concierto más importante de los últimos tiempos en Colombia: Juanes. El artista antioqueño empezó enviándole un “abrazo gigante a los pueblos hermanos”. “Todo es posible, la paz es posible”, fue su saludo. “¿Sólo por curiosidad, todavía tienen energía extra?”, le dijo al público, que terminó más emocionado que nunca y elevó su petición hecha canción “A Dios le pido”, mientras decía “la fiesta sigue”. “Las ideas funcionan cuando tienen eco”, dijo minutos antes de finalizar el concierto para agradecer una vez más a las personas y medios que lo apoyaron. Envió un saludo a los presidentes Correa, Uribe y Chávez. “Entendemos que el futuro de un país no sólo tiene que ver con sus gobernantes, sino con sus ciudadanos. Los que están hoy en las universidades, los jóvenes, son el futuro”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario